lunes, 9 de septiembre de 2013

LA VIDA ES TODA UNA ELECCIÓN

La vida está llena de elecciones; toda ella es una elección. Ante cualquier situación siempre puedes adoptar una actitud positiva y afrontarla o, por el contrario, verlo todo oscuro y ser pesimista. La historia que a continuación te relatamos destaca la figura y el talante de un profesional – que prefiere guardar anonimato-, dueño de una prestigiosa cadena de supermercados de Nueva York (Estados Unidos), que siempre ha impregnado su vida de optimismo. Su humor ácido para enfrentarse a las peores situaciones y su carácter motivador, que ha transmitido a todos sus empleados, le han servido para superar todos sus problemas, incluso algunos tan cruciales como su propia muerte.
Jerry Heart, propietario y director de una afamada cadena de supermercados en la ciudad de Nueva York, nunca había dudado en ponerse al frente de la tienda como cajero, reponedor, dependiente o donde hiciera falta su ayuda.
Siempre estaba de muy buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, siempre respondía: ¡Si estuviera mejor, sería gemelos!
Muchos de los jóvenes que trabajaban con él en sus establecimientos, cuando cambiaba de local para trabajar una temporada en otro, preferían seguirle a donde fuera con tal de trabajar a su lado. La razón de que le siguieran hasta el fin del mundo era su actitud positiva. Sin duda alguna, era un motivador nato.
Si un trabajador tenía un mal día, Jerry siempre estaba allí, diciéndole cómo ver el lado positivo de cada situación, de cada problema.

Esta forma de ser provocó mi curiosidad, así que cuando pude conocerle, le pregunté:
-          No me lo explico. No se puede ser positivo todo el tiempo. ¿Cómo lo haces?-
Jerry me contestó:
-          Cada mañana me levanto y me digo: “tengo dos opciones: puedo elegir estar de buen humor o de mal humor”. Y siempre elijo estar de buen humor. Cada vez que ocurre algo malo, puedo elegir ser una víctima o aprender algo. Cada vez que alguien viene quejándose, puedo elegir aceptar sus quejas o fijarme en el lado positivo de la vida. Siempre escojo el lado positivo de la vida.
-          Pero no siempre es tan fácil- protesté
-          Si lo es. La vida es una elección. Si quitas lo accesorio, cada situación es una elección. Eliges cómo reaccionar ante las situaciones. Eliges cómo va a afectar la gente a tu humor. Eliges estar de buen o de mal humor. Es elección tuya cómo vives tu vida- , dijo Jerry.
Varios años después, me enteré de que a Jerry le había sucedido algo inesperado. Un día dejó abierta la puerta trasera de sus supermercado y fue atracado por un hombre armado.
Mientras trataba de abrir la caja, con el nerviosismo falló la combinación. Al atracador le dio pánico y le disparó un tiro.
Afortunadamente, Jerry fue atendido a tiempo y le trasladaron en seguida al hospital más cercano. Tras 18 horas de quirófano y semanas de cuidados intensivos, Jerry recibió el alta con fragmentos de bala aún en sus cuerpo.
Vi a Jerry seis meses después del accidente. Cuando le pregunté cómo estaba, me dijo:
-          Si estuviera mejor, sería gemelos. ¿Quieres ver mis cicatrices?
Por supuesto, decliné su ofrecimiento, pero le pregunté qué le había venido a la mente cuando ocurrió el atraco.
-          La primera cosa en que pensé es en que debía haber cerrado la puerta de atrás. Luego, después de que me disparasen, cuando estaba caído en el suelo, recordé que tenía dos opciones: podía elegir vivir o podía elegir morir; y escogí vivir.
-          ¿No estabas muerto de miedo?- le pregunté.
-          Los camilleros- continuó el relato- eran estupendos. Todo el rato me decían que me ia a poner bien. Pero cuando me metieron en la sala de urgencias y vi las expresiones de las caras de los médicos y enfermeras, me asusté realmente. En sus ojos se leía ¡es un hombre muerto! Y supe entonces que tenía que pasar a la acción.
-          ¿Qué hiciste?
-          Bueno, había una enfermera gorda que me hablaba a gritos. Me preguntó si era alérgico a algo. Los médicos y enfermeras dejaron de trabajar y esperaron mi respuesta. Yo cogí aire y grité: ¡Sí a las balas! Después de sus risas, les dije: He escogido vivir, así que opérenme como si estuviera vivo, no muerto.
Jerry vivió gracias a los cuidados de sus doctores, pero también gracias a su actitud positiva. Yo aprendí de él que cada día puedes elegir si vas a disfrutar de tu vida o las vas a odiar. La única cosa enteramente tuya- ya que nadie puede controlarla o asumirla en tu lugar- es tu actitud, de modo que si te das cuenta de esto, todo lo demás en la vida se hace mucho más fácil.

Ahora tienes dos opciones: puedes borrar esta historia de tu mente, o contársela a alguien que te importe. Espero que escojas la segunda. Yo lo he hecho.

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