lunes, 15 de octubre de 2012


¿PORQUE NOS RESISTIMOS AL CAMBIO?

La resistencia al cambio se manifiesta de diversas formas, desde posicionarse en contra de los cambios, rebeliones o hasta complots. El mejor consejo para el que desea enfrentar la resistencia al cambio es entender las posibles razones para dicha resistencia y plantear estrategias para contrarrestarlas de antemano.

Aquí las 7 razones por las cuales la gente se resiste al cambio:

1. No me gustan las sorpresas
A la gente no le gustan las sorpresas. Cuando se enfrentan a una situación así prefieren decir "no" a arriesgarse a tener algo que no les gusta.  Evite presentar el cambio como una sorpresa. Vaya filtrando las ideas y los cambios poco a poco para que la gente se vaya haciendo la idea.

2. No me muevan mis hábitos
Los humanos somos gente de hábitos. Todos tenemos hábitos y nos sentimos seguros siguiéndolos.  Nuestras rutas, horarios, rutinas de trabajo, etc.  Si los cambios nos van a obligar a cambiar nuestra rutina nos vamos a resistir.  Hay que tratar de evitar que el cambio impacte en cosas que no hace falta cambiar.  El enfoque debe estar dirigido a cambiar cosas importantes. No hay que desperdiciar esfuerzo en cambiar cosas no importantes para la empresa que si pueden ser importantes para los colaboradores y que su cambio los haga resistirse.

3. No me digan que lo que hacía estaba mal
Cuando se cambia algo, la gente que había propuesto la forma previa o que trabajaba de esa forma quedará en una situación incómoda, porque al presentar el cambio se estará diciendo implícitamente que lo que hacían no estaba bien o al menos que se podía mejorar. Por lo tanto su reacción inicial será defensiva, para justificar lo que hacían.  El líder debe manejar la situación resaltando las cosas buenas que se estaban haciendo y presentando el cambio como una forma de hacer las cosas aún mejor.

4. No sé si podré adaptarme a lo nuevo
La gente teme que no estará capacitada para trabajar con el esquema que traiga el cambio. No tiene confianza en sus habilidades y competencias.  ¿Quizá el cambio me obligará a usar un sistema que no conozco?  ¿Quizá con el cambio mis competencias ya no serán tan valiosas?  Los líderes deben educar, entrenar y apoyar al equipo para que desarrolle las habilidades necesarias para adaptarse al cambio.

5. Voy a perder el control
El cambio puede hacer que la gente pierda el control, o por lo menos que sienta que lo va a perder. Cuando sabemos que viene un cambio tememos que ya no podremos manejar las cosas como estamos acostumbrados y nos oponemos como primera reacción.  Para evitar esto se aconseja incluir a los posibles afectados en la planeación del cambio. Si el cambio viene desde los posibles afectados, será un cambio con el que ellos mismos estuvieron de acuerdo, o al menos participaron en su creación.

6. No sé qué va a pasar
El cambio se siente como pararse en el borde de un precipicio. La mayoría de la gente no le gusta estar en una situación así.  La gente prefiere estar en una mala situación que dirigirse a una situación incierta.  Aquí aplica el refrán "más vale malo por conocido que bueno por conocer".   Para atender esta inquietud se debe transmitir una visión que inspire al equipo. También se debe dar certidumbre planteando el cambio como un proceso con pequeños pasos. La gente se siente más segura dando pasos pequeños que dando grandes zancadas cuando no saben a dónde van a llegar.

7. El cambio nos va a costar mucho trabajo
Cualquier cambio normalmente va aunado a un periodo de mucho trabajo. Migrar la información, aprender a trabajar bajo el nuevo sistema, trabajar de dos formas de forma simultánea en lo que ocurre el cambio, probar lo nuevo a la vez que se trabaja en lo viejo, etc.  Todos los cambios implican tiempo y esfuerzo de los participantes.  El líder debe decidir si traerá más personas o si dedicará tiempos completos de algunos colaboradores para atender los requerimientos adicionales.  Y si no hay más opción que trabajar más, se deberá reconocer este esfuerzo.

A veces los cambios traen amenazas reales. A veces el cambio implica el despido de gente, la redefinición de inversiones, el movimiento estructural de la empresa.  Como dice el refrán, "la burra no era arisca, pero los golpes la hicieron".  Mucha gente se resiste al cambio de forma auténtica porque es sabido que en algunos casos impacta de forma definitiva en los puestos de trabajo.  Si el cambio que se hará tiene este tipo de implicaciones es mejor ser abierto, justo y directo. Si hay que despedir a empleados, es mejor decirlo desde el principio y hacerlo.  No hacerlo así impactará más en la moral del equipo.
Se sincero y asertivo, es decir “ el toro por los cuernos” pero sin ser agresivo, la gente no es tonta y habitualmente entiende las cosas, que puede pasar que lo entienda , fenomenal, que no lo entienda no has perdido nada, aplicas la presión y ya esta lo único no dejes pasar mucho tiempo en decidir si lo entendieron o no el tiempo es ORO.
Cuando le preguntaron a un entrenador de baloncesto muy famoso de USA como tenia motivado hasta a los aguadores, dijo me preocupo de sus problemas , dudas, dificultades, les ayudamos yo y el club a superarlas y adaptarse y si después de todo eso alguno no esta motivado, LO DESPEDIMOS.

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