lunes, 15 de octubre de 2012

Fortalezas


FORTALEZAS
Es a hora de las fortalezas. Tras haber puesto mucho énfasis en las áreas de mejora durante años, la gestión de las empresas y el liderazgo han de apoyarse en las fortalezas individuales y de equipo.
Una fortaleza es aquello que nos da energía para afrontar las dificultades, nos diferencia  y, además, se puede desarrollar. Es más que una habilidad, porque incluye una actitud vital para abordar los desafíos.
Sin embargo, no estamos acostumbrados a hablar de ellas. Nuestra educación se ha focalizado en lo que no sabíamos e incluso, cuando recibimos un reconocimiento podemos sentir vergüenza. Y todo este comportamiento lo hemos aplicado también a la empresa.
Tenemos la tendencia a identificar las áreas de mejora a una velocidad de vértigo. De ahí, analizamos los errores, identificamos las causas y definimos planes de acción. Dicha actitud es necesaria pero, sin embargo, para abordad los cambios no es suficiente, ya que nos dejamos nuestro potencial por el camino.
El enfoque de las fortalezas requiere cambiar el chip: significa descubrir que es lo mejor qué existe en una organización o en una persona, imaginarse como seria el futuro si dichas fortalezas se desarrollaran aun mas,  y desde ahí construir iniciativas de innovación para alcanzarlo.
Como lo resume David Cooperrider, una organización no es un problema a solucionar sino un libro que está por escribir. Todo ello tiene una repercusión importante a la hora de abordar los cambios. Un líder ilusiona con una visión y con emociones positivas, no recordando continuamente las áreas de mejora que todos tenemos. Implica tener una mirada mas apreciativa hacia lo que se hace  y se tiene, porque solo de ahí se puede impulsar la creatividad, innovar y superar esta erosión emocional que tanto estamos sufriendo de hace ya años.
EN UNA ÉPOCA DE CRISIS NO PODEMOS SEGUIR DEBILITÁNDONOS AUN MAS CON AQUELLO QUE NO SABEMOS HACER.
Cuando se trabaja sobre fortalezas en el desarrollo directivo se alcanzan además cambios interesantes, como ha demostrado Jack Zenger después de estudiar a 24.657 directivos y mandos medio. A lo largo de un año de trabajo, aquellos que pusieron el foco en sus fortalezas en vez de en sus áreas de mejora consiguieron duplicar el rendimiento en la satisfacción de sus empleados, mejoraron el ambiente de trabajo y también los resultados del negocio.
En definitiva, ya sabemos que hacemos lo mimo, llegaremos al mimo punto. Por ello, en una época de crisis no podemos seguir debilitándonos aun más con aquello que no sabemos hacer. Pongamos una mirada más apreciativa y amable hacia la organización y hacia nosotros mismos para desarrollar nuestros puntos fuertes y lograr de ese modo innovación excelencia en el desempeño.

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