jueves, 28 de julio de 2011

ADAPTATE O SUFRE

Debemos hacernos a la idea de que tener un buen trabajo y mantenerlo durante mucho tiempo, disfrutando de una vida confortable, se acabo.
El gran tsunami laboral ya está cambiando la forma de trabajar, los modelos imperantes y las profesiones que antes servían y que ahora comienzan a languidecer por el efecto de los cambios a los que se ve sometido el mercado de trabajo.
La clase de trabajos que tienden a desaparecer son aquellos en los que se paga realmente bien a trabajadores que no están demasiado cualificados.
Los empleos bien remunerados en cadenas de montaje que requieren una formación modesta y una educación básica son cosa del pasado. La combinación de los avances tecnológicos y la deslocalización de los recursos o de los procesos productivos encoge esos trabajos.
La competitividad está detrás de todos los movimientos, o eres barato o eres distintivo, pero no puedes estar en medio. Aplicar esto al mercado de trabajo supone decir que “o eres mano de obra barata o estas super cualificado, pero no puedes estar en el medio”. La tendencia a la eficacia ataca posiciones ricas en mano de obra no cualificada (quienes controlan los contadores del gas tienden a desaparecer).
Muchas veces las profesiones no desaparecen realmente, pero se modifican y adaptan a las nuevas realidades. Esto es muy llamativo en el transporte y distribución de mercancías, El sector está pasando por momentos duros, pero a la vez te encuentras a profesionales autónomos que trabajan para uno o varios clientes con los que se comunican telemáticamente y realizan toda una serie de operaciones online, sin necesidad de acudir al centro de trabajo para tomar decisiones. Muy lejos del camionero clásico, que cargaba y descargaba sin más.
Quien no esté especializado y no haga un buen uso de las TIC no tiene cabida en el nuevo panorama laboral.
“El problema en España es que los adultos están sufriendo por un cambio brutal de paradigma (nos educamos en una cierta idea del trabajo para siempre) y los jóvenes se ven sorprendidos por la dureza de una realidad para la que no les había preparado su educación . Hay que aprender a marchas forzadas a reinventarse.
La flexibilidad – como capacidad para adaptarse y ser proactivo en el cambio- es la mayor garantía.
Está naciendo una generación de emprendedores capaces de entender la distancia corta, pero también la necesidad de prestar servicios a muchas personas o empresas de la Aldea Global. En ese nuevo emprendimiento la clave está en crear equipos que mezclen de manera adecuada a jóvenes con una iniciativa, veteranos con experiencia y tecnólogos. Hace falta conocer idiomas, perspectiva internacional, educación interdisciplinar, valor para innovar y para cambiar de rumbo.
Se da una evolución natural que permite al profesional ser su propio dueño y a la vez dotar a la empresa de una mayor flexibilidad al poder disponer del talento especializado para iniciativas concretas. Esto será cada vez más importante en aquellas organizaciones de conocimiento que trabajen por proyectos, como los despachos de abogados, las consultorías o las ingenierías.
En definitiva, lo de siempre el mundo ha cambiado, y cambia mas rápido que yo escribo o te adaptas o desapareces, ya ves puro Darwin.

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